La gonartrosis o, como a veces se denomina incorrectamente, gonoartrosis (artrosis de la articulación de la rodilla) es una enfermedad crónica que tiene un curso gradualmente progresivo, acompañada de cambios degenerativos en el tejido cartilaginoso de la articulación.
A medida que avanza la enfermedad, una persona puede perder por completo la capacidad de moverse de forma independiente. El diagnóstico oportuno y el tratamiento de la gonartrosis permiten detener el proceso patológico y salvar a una persona del dolor.
La mayoría de las veces, esta patología se diagnostica en personas de mediana edad y ancianos, pero también puede ocurrir en personas jóvenes. Las mujeres son varias veces más propensas que los hombres a experimentar esta enfermedad. En este artículo, consideraremos los signos clínicos y las tácticas del tratamiento de la gonartrosis.
Los principales signos clínicos de la gonartrosis.
Como ya hemos dicho, la gonartrosis tiene un curso gradualmente progresivo. Así, en las etapas iniciales de una persona enferma, prácticamente nada molesta, pero con el tiempo, los síntomas se intensifican.
El signo clínico principal es un ligero dolor en la rodilla que se produce durante un esfuerzo físico prolongado o intenso. El paciente indica cierta sensación de rigidez en la articulación, la aparición de un síndrome de dolor de "inicio" (que se produce al comienzo del movimiento, pasando después de que la persona se "disperse").
Con esta enfermedad, no hay cambios externos en la rodilla. A veces las personas notan algo de hinchazón.
A medida que avanza la enfermedad, el dolor se vuelve más intenso. El síndrome de dolor aparece incluso con poca actividad física, se vuelve más pronunciado con una carga prolongada en la rodilla. Durante el descanso, el dolor cede y luego regresa nuevamente con la reanudación del movimiento.
En el futuro, el síndrome de dolor se vuelve constante, presente tanto durante el ejercicio como en reposo. Los movimientos en la articulación son limitados, cuando la rodilla está doblada, se escucha un crujido áspero. Con cambios patológicos pronunciados, la rodilla se deforma, lo que limita aún más el movimiento.
¿Cómo se trata la artrosis de rodilla?
El tratamiento de la artrosis de la articulación de la rodilla consiste en métodos farmacológicos y no farmacológicos, intervención quirúrgica si es necesario.
Se recomienda a los pacientes con esta enfermedad que eviten el estrés en la rodilla, traten de descargarla tanto como sea posible con la ayuda de varios dispositivos ortopédicos, bastones. El punto más importante es la pérdida de peso. En 2017, científicos de la Universidad de Medicina publicaron un artículo en el que se descubrió que la obesidad aumenta la probabilidad de desarrollar gonartrosis entre 4 y 10 veces y ocurre en uno de cada tres pacientes.
Además, a una persona enferma se le prescriben ejercicios terapéuticos especiales, procedimientos de fisioterapia, por ejemplo, terapia UHF.
Con respecto al tratamiento farmacológico, se pueden recomendar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos para reducir el dolor. Con su ineficacia, se realizan inyecciones intraarticulares de glucocorticosteroides. Asimismo, el plan de tratamiento se complementa con condroprotectores, inyecciones de ácido hialurónico.
Tenga en cuenta que cualquier medicamento solo puede usarse según lo prescrito por un médico.
En las últimas etapas de la enfermedad, el principal método de tratamiento es la intervención quirúrgica, que implica el reemplazo de superficies articulares con implantes artificiales.